Ahora mismo habría
estudiado psicología seguramente, habría hecho un curso de medicina de un año y
habría ido a ayudar a personas necesitadas. Tal vez la hubiese dado por
escribir un libro que alguna vez en alguna parte alguien leería y lloraría, que
sintiera de veras sus palabras y que admirara lo que ella había escrito como
ella había hecho con Mario Benedetti. La habrían gustado las tartas de
chocolate después de todo, la habrían encantado. La pintura al final resultaría
no ser su punto fuerte. Las películas de miedo pasarían, después de todos los
gritos mudos a ser uno de sus pasatiempos favoritos. La caseta del perro se
terminaría algún día aunque nunca habría un perro en ella. Habría encontrado un
gato en la calle y la compasión que sintió la habría lanzado a recogerle de la
calle. Después de mucho trabajo y esfuerzo por su parte dominaría el baloncesto
con cierto nivel. Habría caminado por la calle y al ser testigo de un accidente
se habría quejado al ayuntamiento de una carretera mal señalizada, su queja
seria denegada y entonces decidiría hacer una lista de las innumerables cosas
que detestaría y se manifestaría por todo el mundo y al fin, después de media
vida defendiendo su ideal ``una persona puede cambiar el mundo´´ (no poder con
el mundo) si no cambiarle. Demostraría que era posible y lo habría demostrado
ella misma. Habría estado orgullosa de sí misma. Hubiera cambiado la forma de
pensar de alguien que conocía y habría conseguidos que esa persona encarrilase
su vida. Se habría tirado con un paracaídas desde lo más alto posible y habría
saltado tragando todo lo bueno y dejando en su caída todo lo malo. Podría haber
llegado a componer una canción, una canción bastante pegadiza. Habría sido una
persona conformista y humilde, habría comprendido la situación.
Habría
sido alguien trascendental.
Pero en cambio
le conoció a él, se metió en el mundo de las drogas y fue incapaz de afrontar
la situación. Muchos dijeron que era culpa de algunos problemas de autoestima
que le habían creado sus compañeros a lo largo de su etapa escolar. Estos
opinaban que se había vuelto loca, otros echaban la culpa a sus padres y otros
inventaban historias disparatadas. Ellos no la conocían, nada de eso fue lo que
la ocurrió, tan solo necesitaba a alguien que de vez en cuando a preguntase ``
¿qué tal estas? ´´, no era soledad. En mi opinión la resolución es que jamás en
su vida fue capaz de apreciar ni valorar nada, ni a sus padres, ni a sus
compañeros, ni a su suerte ni a nada. Una noche se pasaron demasiado y
decidieron robar en una casa de una pintora adinerada. Tampoco quería pasarse,
fue un accidente pero fue ella, mato a la dueña, ella tan solo quería
asustarla, no quería matar a nadie. Lo peor para ella fue que él la entrego sin
dudarlo y se escabullo lo más rápido posible. Treinta años de cárcel para una
chica de diecisiete años que nunca fue capaz de replantearse lo que pudo haber
sido en un mundo diferente creado por ella. Lo curioso fue su cara de
satisfacción mientras cerraban la puerta de la cárcel, la recuerdo tanto como
las marcas en sus brazos.
Habría sido feliz, habría sido posible, tenía una base ideal.
Habría sido feliz, habría sido posible, tenía una base ideal.
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