miércoles, 25 de septiembre de 2013

Tierras aridas

Cuando nací  recuerdo tener  miedo, miedo de la luz, cuando mis ojos la vieron se convencieron de que no me esperaba nada bueno. Al parecer los ojos de un recién nacido son capaces de adivinar el mundo que será.
Mi padre trabaja en la minería y siempre me subestima, no cree conveniente que deba ir al colegio, como él dice `` Yo soy el cabeza de familia y yo decido las normas de esta casa´´ al principio tenía miedo de que no volviera a casa después del trabajo como muchos de los que habían desaparecido en aquellas profundidades y aunque parezca imposible de creer, ya no le tengo.
Mi madre trabaja en un enorme arrozal en el que hay muchísimas madres, las gusta trabajar juntas. Mi madre siempre le esta llevando la contraria a mi padre aunque acaba cediendo siempre, ella quiere que yo estudie para que algún día pueda tener un trabajo con el que gane dinero y así pueda sacarla de allí.
Yo también trabajo, soy transportadora de agua, mi trabajo consiste en llevar el agua desde un manantial hasta la aldea que está a 5 kilómetros, antes solía jugar con mis amigos, pero hace mucho que no les veo mi madre me dice que se fueron de viaje. A mí me gustaría ir de viaje alguna vez también.
Aquí siempre hay gente entrando y saliendo de otros países ofreciéndonos ayuda. Entonces un día hice lo conveniente y yo les ofrecí ayuda a ellos.



 

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